
Le hizo precio Rivadavia en esos primeros 45 minutos. Porque Gimnasia no hizo pie nunca como lo marca el dato del primer remate del Lobo, recién a los 39 minutos, de Bravo desviado. Nada más. El resto todo del local, con García imparable, manejando no solo a su equipo, sino todo el ritmo y el trámite del partido casi a su antojo. Gimnasia no encontró la pelota y padeció otra vez la falta de una alternativa para Matías Padilla. Porque si el volante no aparece, el equipo no tiene juego. Y si no hay juego, Mauro Quiroga y Mario Costa parece que estuvieran demás en la cancha, transformándose en espectadores de lujo del partido.
Rivadavia llegaba con gente y con mucho peligro, sobre todo por el sector derecho. Por ahí llegaban y por ahí gritó el primero. Un gran cambio de frente dejó a Alejandro Rubio solo para que defina con clase y marque el primero. A esta altura, al Lobo lo que le convenía era que terminara el partido. Pero faltaba mucho. Y había que sufrir un poco más. Y sufrió porque Rivadavia no estuvo fino en la definición, sin definir las claras situaciones que creó en esa primera etapa.
CAMBIO. El regreso al segundo tiempo marcó un gran cambio en el Lobo, muy similar al del sábado. Cruassar-Losada hablaron mucho en los 15 de descanso. Y el equipo cambió. Se adelantó unos metros, apretó las marcas. Pero lo fundamental fueron las variantes que introdujeron a solo inicio minutos de inicio del segundo tiempo. Adentro Martín Sánchez y Damián Andermatten y afuera Flores y Bravo. Y a partir del ingreso de esos dos, creció Padilla y el equipo. Y el volante dibujó una viveza en el área del local para definir entre el palo y el arquero. Empate a los 53’ y el Lobo que se agranda y va en busca del partido. Rivadavia sintió el golpe, se apichonó, no entendía como ese equipo al que había vapuleado en la primera parte ahora le mojaba la oreja. Merito de la dupla técnica que acertó con los cambios y de los jugadores que entendieron el mensaje y metieron en toda la cancha, dejando el resto cuando estaban con nueve. Hasta lo tuvo para ganarlo en una gran corrida de Costa que no pudo definir ante la salida del arquero Beltramella o en esa terrible falta a Quiroga de Gho para que vea la roja en el final. Un gran punto conseguido ante el líder, el que venía de tres victorias consecutivas.
COSTO. El punto costó mucho, quizás demasiado por las circunstancias que se dieron y por lo que se le viene el sábado, nada menos que el clásico ante Patronato. Porque a la dupla se le desarma la defensa y la mitad de la cancha, perdiendo a dos jugadores fundamentales, los que son referentes como Juan Monge en el fondo y Javier Vázquez en la mitad de la cancha. Los dos salieron lesionados, Monge con los tres cambios ya realizados, quedando el equipo con un hombre menos. Al toque, llegó la roja a Andermatten para que el Lobo termine con 9, regalando coraje en tierras del gran Jaurechete. Ahora, a pensar en el clásico del sábado, rearmar el equipo para otro partido clave.
Rivadavia 1
Mauro Beltramella
Mauricio Le Pors
Cristian Dragui
Leandro Schiavi
Diego Fernández
Alejandro Rubio
Fernando Gho
Jonathan García
Dante Zuñiga
Emanuell Barboza
Agustín Esterluz
DT: Juan Carlos Pirez.
Gimnasia 1
Diego Rougier
Cristian Cergneux
Juan Monge
Iván Valente
Iván Fassione
Franco Flores
Javier Vázquez
Walter Bravo
Matías Padilla
Mauro Quiroga
Mario Costa
Goles: 27’ A. Rubio 53’ M. Padilla (G).
Cambios: Martín y Ricardo Sánchez y Andermaten por Flores, Bravo y Vázquez (G). Rosales por Barboza y Vera por Le Pors (R).
Suplentes: Lucas Vesco, Juan Manzocco, Matías Colman y Ariel Zucchela (R). Klosert, Juárez, Alvarez y Ríos (G).
Expulsados: Andermatten (G) y Vera (R).
Arbitro: Ariel González. Cancha: El Coloso.
Las palabras del goleador y el defensor
Mauro Quiroga terminó con muchas marcas de una dura batalla, como el mismo graficó “siempre nos cuesta arrancar el partido, pero lo dimos vuelta y pudimos empatarlo”. El delantero expresó que “terminé con la rodilla hinchada y tapones marcados. No se nos dio en la ultima jugada a Costa y a mí, no pudimos definirlo”. El juvenil manifestó que ahora “nos queda un día de descansa, casi nada. Por eso tenemos que ver como estamos con los chicos” y se despidió remarcando que “no hablo de los árbitros. Pero hoy se equivocó mucho y los líneas también, porque pegaron piñas y no vieron nada”. En la misma sintonía, Valente dijo que en el “primer tiempo jugó Rivadavia nomás, no estábamos en la cancha. En el segundo tiempo, con el reto de los técnicos, salimos con todo y logramos el empate. Tuvimos para ganarlo, pero nos llevamos un buen punto para seguir manteniendo una buena racha”. (Foto: Gentileza Diario La Verdad de Junín). FUENTE Gerardo Iglesias/Ovación
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