Patronato venció ayer a Gimnasia 2 a 1 y festejó doble en el estadio Núñez, porque se quedó con el clásico entrerriano por segunda vez en el torneo y mantiene las chances de entrar en el Pentagonal final que buscar un ascenso. El partido fue discreto con un mal arbitraje de Diego Gallo. Fue expulsado Matías Padilla en el Lobo. Buena cantidad de público.
El Lobo y el Negro se parecen tanto que terminaron aburriendo a todos en el Núñez. Porque más allá de los dos goles y la incertidumbre del final, cuando el local buscaba la igualdad con centros frontales, los dos regalaron uno de los clásicos más chatos que se recuerden: Miedosos de jugar, con la pelota que les quemaba los pies a varios. Pero Patronato hizo mejor las cosas desde el arranque de la semana, recusando al árbitro y poniendo uno a su justa medida, que dirigió mal siempre. Más allá de esto, Gimnasia también lo deja escapar por amarrete, por cauto, por mandar solo a Quiroga a que desgaste y se desgaste con la defensa rival, con Ardetti cayéndose todo el tiempo y con Padilla encendido pero con poca compañía. Porque Gimnasia jugó primero a no perder, a que no le hagan goles y después a apostar por Padilla y Quiroga.
Enfrente, el Negro era similar a su clásico rival. Con Muller que ya es una larga sombra de lo que fue, a punto tal que se lo terminó comiendo un pide de 21 años. La apuesta era la siempre peligrosa velocidad de Jara, pero si no andan los abastecedores, todo termina en pelotazos largos, usando el medio campo solo como línea decorativa.
Patronato tuvo la iniciativa en el primer cuarto de hora pero sin incomodar a Rougier. Hasta que a los 17 Padilla mandó un centro con rosca para que Quiroga le gane de arriba a Andrade y a Bertoli para el primero de Gimnasia y del partido. De ahí hasta los 35, el Lobo produjo lo mejor, con Padilla movedizo, Quiroga potente pero Ardetti no terminaba de acompañar y los dos Sánchez apenas si llegaban al área de la visita. Patronato volvió a crecer, apareció mas Urresti (exigió a Rougier solo) y Jara merodeaba. Se iba el primer tiempo cuando el concordiense cambio de banda, ser llevó a la rastra a Monge y definió al primer palo que le regaló Rougier para meter el empate a los 47.
En la parte final, con los dos ya sintiendo el desgaste de los nervios y de una chancha pesadísima, la orden era arriesgar lo menos posible. Los dos se cuidaron bastante y Gallo seguía con sus pitazos fallidos, llamativos. Y en este panorama, Amaya acertó con los cambios porque terminó ganando la lucha en la mitad de la cancha, donde la soledad de Javier Vázquez ya no era suficiente. Los ingresos de Echagüe y Prono le rindieron al Tigre, porque fue el propio Echagüe el que metió el cabezazo ganar por el segundo palo, a los 73. Al toque Padilla se iba por doble amarilla y con el las ilusiones de Gimnasia. El Negro ya era sólido atrás y firme en el medio, demasiado para un Gimnasia que ya había perdido con los cambios de arbitro y horario y con un equipo amarrete desde el arranque. Ganó Patronato y esta bien.
Gimnasia 1
Diego Rougier
Juan Monge
Silvio Giovenale
Iván Valente
Cristian Cergneux
Martín Sánchez
Javier Vázquez
Ricardo Sánchez
Maximiliano Ardetti
Matías Padilla
Mauro Quiroga
DT: Cruassar-Losada
Patronato 2
Sebastián Bértoli
Claudio Weinzettel
Walter Andrade
Víctor Soto
José Mancuello
Héctor López
Leonardo Ferrero
Emanuel Urresti
Víctor Muller
Diego Jara
Diego Núñez
DT: Miguel Amaya.
Goles: 17’ M. Quiroga (G). 46’ D. Jara (P); 73’ Echagüe (P).
Cambios: 63’ José L. Marzo por Ardetti; Franco Flores por M. Sánchez y Walter Bravo (G). 70’ Bianchini por Muller; Echagüe por Núñez y Prono por Urresti (P).
Suplentes: Kloster, Núñez, Autino y Romero (G). Bossio, Zuvinickar, Britez y Díaz (P).
Amarillas: Padilla, Ricardo y Martín Sánchez, C. Cergneux, Monge y Quiroga (G). Andrade, Weinzettel y Soto (P).
Cancha: estadio Núñez.
Arbitro: Diego Gallo (mal).
La Figura. Iván Valente (G).
Diego Rougier (5). Tapó dos pelotas que eran gol, pero no acertó en los goles. En el primero, Jara le convierte en el primer palo, el que debía cubrir.
J. Monge (5). Alternó buenas y malas. No pudo con Jara en la previa al primer gol. Cuando defendió con línea de tres fue más seguro.
Silvio Giovenale (5). Igual que Monge, fue regular, creciendo cuando terminaron jugando con tres en el fondo. Tapó el tercero yendo a los pies de Echagüe.
Iván Valente (8). La figura de Gimnasia y del partido. Seguro de arriba y de abajo. Lo borró a Muller de la cancha. Terminó de doble cinco con aplomo y seguridad.
C. Cergneux (5). Otro que esta lejos de su nivel. Pero su bajón futbolístico lo suple con una enorme entrega. Llegó a posición de gol tras una rápida contra, en otro punto a su favor.
Martín Sánchez (5). Acertó buenas y malas, pero llegó muy pocas veces al fondo. Muy contenido para pasar al ataque, quizá cumpliendo la orden desde el banco.
Javier Vásquez (7). Se bancó solo el medio campo casi todo el partido. Si bien perdió varias recuperó muchos balones en soledad hasta que Valente le dio una mano.
Ricardo Sánchez (5). Igual que su tocayo de la banda derecha. No pesó en el partido y no pasó nunca al ataque como lo ha hecho en otros encuentros.
Matías Padilla (6). Su nota baja por la doble amarilla. Pero en su favor fue el único de los 22 que hizo un par de jugadas para justificar que era un partido de fútbol. Y puso el centro del gol.
M. Ardetti (4). Errático. No se entiende porque no explota su velocidad con más decisión, encarando para adelante. Nunca hizo pie en una cancha pesada y resbalosa.
M. Quiroga (7). Cumplió con su cuota de gol, ganando en la cancha de arriba. Hizo un desgaste descomunal, chocando en soledad contra toda la defensa de la visita.
José Luis Marzo ingreso para buscar el gol, pero no tuvo chances y después de su ingreso el Lobo se quedó sin Padilla. No tuvo una clara para definir. Franco Flores se paró por derecha y metió un par de desbordes y centros. Walter Bravo también ingresó con el partido definido y no pudo hacer mucho.
Gerardo Iglesias/Ovación