
El primer 11 de Gimnasia en la era de la trilogía Benítez-Cruassar formó así: Diego Rougier; Cristian Cergneux, Juan Monge, Iván Valente e Iván Fassione; Ricardo Sánchez, Javier Vázquez y Walter Bravo; Matías Padilla; Juan Ríos y Mario Costas.
Atlético formó con Pablo Ricotti en el arco; Cristian Espinosa, Omar López, Juan Perrón y Próspero Kindernech; Sergio Leiva, Mauri Núñez y Juan Ríos; Guillermo Montalbetti; Campos y Umpierrez.
APUNTES. Lo más sobresaliente del amistoso, en una cancha pesada productor del chaparrón que cayó minutos antes en La Histórica, fue la preparación física del Lobo. Anoche volaban todos, rápidos, atentos, con reacción y velocidad. Los dos delanteros, Costa y Ríos, mostraron cosas interesantes, buscando el arco sin vergüenza desde cualquier posición. Ambos son fuertes y si bien les falta acoplarse con sus compañeros, pueden dar sorpresas. Con Fassione como lateral el Lobo recupera un zurdo para esa posición, con marca y salida.
En el Deca, la dupla Campos-Umpierrez ya se conocen por el paso de ambos en el Lobo y pueden darle mucho. La preocupación de Pinilla pasó en la defensa, que se vio desbordada por momentos. El medio, con Núñez y Montalbetti gana mucho en juego, más las presencias de Leiva y Ríos abiertos por derecha e izquierda. A esto se suma el variado recambio que este año tiene Atlético.
GOLES. El Lobo apenas atisbó un festejo con un gran zurdazo del pibe Walter Bravo desde fuera del área que se coló por arriba de Ricotti y una palomita a ras del suelo de Costa que se le escabullo al arquero. Los dos en el primer tiempo, con el segundo con más elaboración en conjunto.
A un toque
Bravos
A pesar de ser un amistoso, se jugó fuerte, trabando con todo. La escaramusa infaltable del clásico se dio en la parte final con manotazos y alguna que otra mano entre el lateral del Lobo Fassione y el delantero Silvio González, quien ingresó en la etapa final. El árbitro Jorge Romero los hizo retirar y el encuentro prosiguió normalmente.
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